La gran crisis a principio del siglo XXI ha provocado
reacciones y movimientos de todo tipo en la sociedad sobre todo en España donde
ha cursado, por las circunstancias particulares del país, con especial
virulencia y profundidad y ha transformado una sociedad prospera en un
cementerio de empresas y ciudadanos arruinados. Habrá que buscar de quien es el
mérito de esta tragedia.
Los poderes económicos y financieros se han organizado
y creado un polo de poder al que se ha unido el poder político peón
necesario en la cadena y además sus incondicionales, el terrorismo económico y
otros acólitos, transformado en la guardia pretoriana invisible del sistema
dictatorial, también invisible, que desemboca en una situación donde todo el
poder concentrado en un polo se separa y deja a la sociedad civil abandonada
como un pasajero indeseado en este viaje a ninguna parte.
Todos estos hechos nos obligan a pensar y proponer medios de
unión para defendernos e impedir que estas tragedias vuelvan a ocurrir y
al mismo tiempo sentar las bases para salir de la crisis, progresar y
mantenernos unidos porque unidos saldremos antes de las crisis.
La respuesta ha sido la creación de la Gran Asociación
Civil formada por la Sociedad Civil Libre en representación de toda la
sociedad y las asociaciones de comerciantes, autónomos, pymes y empresa
familiar que nos permite actuar como verdaderos gigantes si conseguimos
la unión entre todos. Los grandes enemigos son la debilidad y la
desunión.
Declaramos que los objetivos de la Gran Asociación Civil
son:
1.- Unir a toda la sociedad civil en torno a la Gran
Asociación y transformarla en la mayor y más poderosa organización económica al
servicio del ciudadano y de todos nuestros socios más cercanos, los
comerciantes, autónomos, cooperativas, pymes y empresa familiar.
2.- Que nuestro objetivo es eliminar el desempleo, crear recursos
para todos y como objetivo final crear un poder económico como el de los
poderes económicos tradicionales.
3.- Que otro de nuestros objetivos es crear una nueva economía
apegada al ciudadano que resuelva sus problemas
Porque la economía se ha separado de sus soportes reales y
se ha dedicado a operaciones financieras que proporcionan mayores beneficios y
han dejado a la sociedad civil y las asociaciones sin medios de financiación y
la han dejado arruinada y abandonada.
Por esta razón, la
nueva economía que queremos crear debe estar apegada al ciudadano y a su ciudad
para que sea visible, útil y sirva al ciudadano que es el objetivo que
pretendemos.
En el ser humano concurren varias dimensiones como
conocimiento, aptitudes, capacidades y experiencias que transforman al
ser humano en un ente económico y productivo y se puede definir esa dimensión
como capital humano de toda empresa u organización. Este “capital humano” puede
y debe potenciarse mediante tres factores:
a)
Educación
b) Cuidado
y atención a la salud
c)
Capacitación laboral
Esta nueva dimensión: el capital humano genera, a su vez, un
nuevo concepto y una nueva economía: la economía del conocimiento que se
fundamenta en la consideración del conocimiento como recurso empresarial
profundamente valioso y decisivo porque sumando el valor del capital humano en
sus distintas vertientes al capital físico y financiero nos daría el valor real
de una empresa.
Así, ha nacido la economía basada en el conocimiento o la
industria del conocimiento como elemento principal para generar valor añadido
por medio de su transformación en información.
Esta nueva industria abarca campos tales como la educación,
I+D+i. alta tecnología, telecomunicaciones, informática, nanotecnología,
robótica e industria aeroespacial.
Esta revolución fue posible por las aportaciones de las TIC,
las tecnologías de la información y de las comunicaciones y a pesar de estar en
los comienzos ya rebela la extraordinaria capacidad de transformación.
Esta revolución tecnológica será la palanca que impulse a la
sociedad a unas metas esplendorosas. A esta revolución tenemos que apuntarnos
toda la sociedad para transformarla en el pilar civil de
la nueva sociedad.